Intención:
Habitar el cuerpo energético desde su raíz.
No para imaginar. No para cambiar.
Solo para estar.
En esta práctica, regresamos al centro más profundo de sostén:
el bajo vientre, justo unos dedos por debajo del ombligo.
Ese lugar es conocido como el dantien inferior:
un centro energético ancestral que sostiene la vida, la presencia y el eje interior.
✧ Instrucciones
- Siéntate o recuéstate.
No busques la postura perfecta. Solo permite que el cuerpo se sienta sostenido. - Cierra los ojos.
Deja que el aire entre… sin modificarlo. No lo hagas profundo. Solo observa. - Lleva tu atención al bajo vientre.
Allí se encuentra el dantien inferior.
No pienses en él. Habítalo.
Permite que tu atención descanse ahí… sin forzarla. - Siente el peso del cuerpo.
El contacto con el suelo. El calor. El silencio.
No analices. Solo siente. - No hagas nada. Solo permanece.
Si la mente te arrastra, puedes volver al dantien…
o simplemente quedarte con lo que esté presente ahora. - Si algo se expande… permite.
Puede que la energía se mueva a otras zonas del cuerpo.
No intentes guiarla. No la sigas.
Solo permite. Todo nace desde tu centro. - Quédate.
Por cinco minutos, diez, o lo que tu ser pida.
No hay objetivo. Solo presencia.
✨ Frase para sellar
“Estoy aquí. No tengo que entender. Solo estar.
Mi cuerpo recuerda. Mi ser ya es.”
🌱 ¿Qué despierta esta práctica?
- Calma el ruido mental sin lucha
- Activa el cuerpo energético desde la raíz
- Fortalece el eje interno y el canal de conciencia
- Devuelve al cuerpo su patrón vibracional original
- No busca sanar… pero la sanación sucede sola
🌬️ ¿Y si algo se mueve?
A veces, al sostener esta práctica, el cuerpo comienza a liberar lo que había retenido.
No es un error. Es un regreso.
Puedes sentir:
- Presión o calor en el vientre
- Bostezos, lágrimas, temblores leves
- Emociones que emergen sin motivo
- Un vacío suave… como si algo se reacomodara
No lo rechaces ni lo busques.
Solo respira y permite.
Todo lo que se mueve…
lo hace porque ya estaba dentro.
Y ahora, al fin, puede ordenarse.
🌀 Recuerda
Aquí no se afirma.
No se visualiza.
No se repite.
Solo se habita.
Y al hacerlo…
lo olvidado se ordena sin esfuerzo.